domingo, 14 de diciembre de 2014

92 | 21/9/11 – Granada, España. Noche oscura.

Era una noche oscura, los rayos de la luna se colaban por las ventanas de la casa CLOUD. Fuera, en la inmensidad de la noche soplaba una ligera brisa, ya empezaba a hacer frío de nuevo después del caluroso verano del mediterráneo. Se oía el batir de unas alas. Todo el mundo dormía, menos esa persona que volaba en la negrura y entraba por una ventana.
La ventana se abrió con el simple roce de su mano. Sus botas negras tocaron el suelo y las alas negras se plegaron. Estaba dentro de la cocina, inspeccionándolo todo con la mirada, con esos ojos rojos como la sangre.
Estarán todos durmiendo, pensó.

Se disponía a moverse por la casa cuando le dio una patada sin querer a uno de los muebles de la cocina. Un eco resonó, pues todo estaba en el más absoluto silencio. El chico permaneció callado esperando alguna reacción. Al no oír nada decidió moverse, cuando escuchó una voz.

-¿Hay alguien ahí?
Era una voz femenina. Scarlett, que había bajado a por algo de beber y había escuchado un ruido. El chico alado maldijo para sus adentros y se apartó sigilosamente de la chica.

-¡Q-Qué estoy armada! -exclamó agarrando lo primero que pilló de la encimera que fue una cuchara sopera.
Uhm... Es una chica... y joven... hehe... pensó el chico mientras sonreía en la oscuridad. El chico se movió en la oscuridad y cuando se acercó lo suficiente a la chica como para poder tocarle el rostro le susurró.
-Hola guapa.
Scarlett, que no pudo reaccionar siquiera, fue arrastrada hasta la encimera donde el extraño había tirado al suelo todo lo que había encima. La agarraba con fuerza de las caderas mientras se acercaba peligrosamente a su cuello.
-Guapa, vas a disfrutar más conmigo que con cualquier ser en toda la faz de la Tierra.
-¡Suéltame pervertido! -gritó forcejeando con él.
Cuando el chico se disponía a pasar a mayores con Scarlett notó como algo, que parecía ser una mano bastante grande, le pegaba una bofetada en la cara. Extrañado pues no parecía la mano de la chica se apartó bruscamente agarrándose la mejilla dolorida.
-Qué coño...
-Yasu... -murmuró Scarlett mientras se bajaba de la encimera.

Y se hizo la luz. El extraño se sorprendió y cerró rápidamente los ojos al ver la luz después de tantas horas sumido en la penumbra.
-Aaah... Luz...
-Tatsuha, no sabía que te dedicabas a intentar violar a Scarlett, pensé que eso solo lo hacía yo. -dijo Yasu con los brazos cruzados, sonriendo.

El chico, Tatsuha, abrió los ojos de par en par. Miró a la chica, a Scarlett, y los abrió más todavía. Después miró de nuevo a Yasu sin saber qué decir.

-Hola...hermano. -puntualizó Yasu.
-No puede ser... Joder Scarlett, has crecido mucho... -dijo avergonzado Tatsuha.
-¡Bakaaaa! -le gritó su hermana pegándole con los puños cerrados.

Después de eso Scarlett abrazó a su hermano, el cual se había escapado antes que ella del internado. No había sabido nada de él desde entonces. Yasu no mostró traza alguna de preocupación, como si supiese lo que había hecho su hermano todo ese tiempo.

-¿Qué haces aquí? -preguntó el hermano mayor.
-Estaba buscando comida.
-Yo no soy comida... -dijo Scarlett triste.
-En realidad sí lo eres, pero no viene al caso. -respondió Yasu.
-Como ves me he convertido en un demonio como tú, hermano. -le dijo Tatsuha sonriendo.
-Siempre fuiste un copión. -dijo Yasu desviando la vista y arqueando las cejas.
-Mentira... -respondió Tatsuha frunciendo el ceño.

Mientras Scarlett seguía abrazando a Tatsuha y Yasu se metía con él, otra persona abrió la puerta de la cocina. Tenía cara de pocos amigos, el cabello negro y los ojos blanquísimos.

-¿Por qué tanto grito? -preguntó Kain que se había despertado también.
-Ven aquí, Kain. -le ordenó Yasu.

El pequeño obedeció y se acercó a ellos. Yasu le rodeó los hombros con un brazo y Tatsuha lo escrutó con la mirada.
-Tatsuha, te presento a Kain, es nuevo en nuestro Clan.
El hermano menor se acercó y puso una mano sobre la cabeza de Kain.
-Pero si es enano... ¿Qué le has visto que tanto te interes- … Ah, un vampiro. -concluyó sonriendo.
Kain le dedicó una mirada enfadada por haberle llamado enano y se acercó a Scarlett que lo abrazó como si el mundo se acabase ese mismo día.
-¿No es un poco precipitado meterlo en la familia? Ni siquiera le conozco, ¿y si muerde a Scarlett? -preguntó preocupado.
-No me va a morder, es demasiado adorableee. -dijo Scarlett tirándole de las mejillas a Kain.
-Déjame. -respondió secamente.
-Te recuerdo que soy el mayor de la familia ahora que padre y madre no están. Es mi deber extender la familia para que nuestra estirpe perdure. -dijo Yasu dando por zanjado el tema.
-Pero... -replicó Tatsuha.
-Nada, no quiero oír nada más al respecto, enano. -respondió dándose la vuelta.
-¡No soy enano! ¡Tú eres un viejo! -gritó Tatsuha siguiendo a su hermano.
-Vamos Kain. -dijo Scarlett sonriendo.

Entraron en el salón y Tatsuha se quedó flipado, le parecía la casa más alucinante que jamás había visto. Yasu le dijo que esperase allí que iba a avisar a la casera y salió por la ventana.

-Fuah, pues la casera tiene que tener un pastón, menuda casa...
-¿Es que no conoces las casas CLOUD? -preguntó Scarlett sentándose junto a su hermano en el sofá.
-¿No jodas que esta es una de esas? Joooder, me ha tocado la lotería...
-Hermanito... ¿Qué hiciste cuando te escapaste del internado? Me dejaste muy preocupada... Y muy sola... -dijo Scarlett apoyándose en su hombro.
-Lo siento... me sentía encarcelado, como en una jaula... Solo quería explorar... Me fui y... Conocí gente, hice amigos y estuvimos de okupas en una casa. No era buena vida, pero tampoco me podía quejar. Conocí a un tipo raro de cojones que resultó ser un demonio. Yo no creía en estas cosas hasta que me lo enseñó todo. Al principio admito que me asustó, pero... No sé, después me gustó y me quise convertir también. Luego me enteré de que Yasu lo era y que encima trabaja para Satán muy de cerca... Me puse bastante celoso, él siempre por encima nuestro...
-Tatsuha, es nuestro hermano mayor, claro que está por encima nuestro.
-Ya, pero... A veces siento como si me hiciera sombra y... Pero da igual, esta nueva vida no la cambiaría por nada. Ahora tengo que comer entrañas de personas pero bueno, por lo demás está bastante bien. -finalizó el moreno como si nada.
-¿Qué....? -dijo Scarlett asustada.
Yasu entró en la habitación por la ventana interrumpiendo la conversación de los dos hermanos, pues Kain, que pasaba de todo, había vuelto a su habitación. Había hablado ya con la casera y le dijo que podía quedarse a vivir allí ya que quería que estuviese junto a su familia. Entre Tatsuha y Yasu bajaron una cama del ático (tenían algunas guardadas por si las llegadas inesperadas) y despertaron a Koichi y Hiro. Yasu en cuanto vio a Hiro se dio media vuelta y se fue, por lo que éstos tuvieron que ayudar a Tatsuha a meter la cama en la habitación. Koichi y Hiro perdieron el sueño así que se quedaron con Tatsuha contándole lo que su hermano había hecho al llegar y presentándose. Tatsuha, que no tenía problemas para hacer amigos, se entendió rápidamente con ellos, y después de un par de horas hablando, decidió irse a dormir, en su cama, que estaba al fondo en la única pared libre.

Tatsuha, que tendría 16 años para siempre, aunque aparentase 18 o 19. Sus cabellos cortos y negros como el azabache le caían por la frente, a veces más de la cuenta para tapar aquellos diabólicos ojos rojos. Su piel pálida resplandecía con la luz de la luna que se colaba por la ventana junto a su cama. Arrogante, algo casi innato en los hombres Hate, muy avispado, Tatsuha siempre había sido un chico listo, sabía buscar la solución perfecta para todo. Chulearse era algo impreso en sus genes, cuando había una chica cerca no podía evitarlo, le encanta hacerse el interesante, sonreír de medio lado, esos gestos varoniles que tanto usaba para ligar por las noches cuando salía de fiesta. Si hay algo que Tatsuha odia es que se le recuerde su edad o que se ponga en duda su masculinidad. Aunque no le guste que su hermana se preocupe por él le alivia, siente que alguien se preocupa por él. Odia el color rosa, aunque en su cantante favorito, Ryuichi Sakuma, le encanta. Mataría por follárselo, y es que a Tatsuha si hay algo que le gusta es follar. Hermano de Yasu, Haku y Scarlett. Ahora tío de Zoe, con cuñados, con una gran familia unida de nuevo.

Se sentía bien en aquella casa y esperaba que así fuera por mucho tiempo.



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