domingo, 14 de diciembre de 2014

95 | 5/1/12 – Granada, España. Nuevo año tormentoso.


Max estaba en su habitación. Jueves, año nuevo. El castaño deseaba con toda su alma que aquel año fuese mejor, que las cosas se arreglasen. Volvía a estar solo. No se sentía mal como con otras relaciones, pero se sentía solo, y eso nunca le había gustado. Fuera, la tormenta estaba en su mayor apogeo, eran tan solo las 18:09 y parecía medianoche.

Recordaba. Recordaba los buenos momentos, y cada vez que pensaba en cosas bonitas, lo único que se le venía a la mente eran recuerdos con Zero. Había sido la persona más importante para él durante años, jamás había querido a nadie como lo quiso a él. Como le quería a él. Se sentía mal, su segunda ruptura fue una tontería, un calentón del momento que le enfadó, las cosas podrían haberlas hablado y arreglado. Max se sentía como una mierda. Había utilizado a Zero, se había burlado de él, lo había humillado, le había puesto a prueba poniéndole celoso sabiendo lo mucho que le quería.

Soy una mala persona, pensaba Max. Quería pedirle disculpas a Zero, quería hacerle saber que no tenía que disculparse, pues toda la culpa la tenía él. No sabía ya ni si podía echarle la culpa a las dolencias que le carcomían por dentro, quizás todo aquello era culpa suya y no de la enfermedad. Zero se merece alguien mejor, se repetía en su cabeza. Sí, pero yo quiero estar con él, soy así de egoísta, le decía otra voz en su mente. Porqué ir con otros hombres, si Zero había sido siempre el amante perfecto, el novio que cualquiera desearía, devoto, entregado, cariñoso, leal... Lo tenía todo y él había abusado de su amor por años... No era una humillación para él pedir perdón esta vez, pues sentía que quería ser humillado por Zero, se la debía. Tenía que pedirle perdón y asegurarle que el que había obrado mal, era él.


Por otro lado, la casa, que ya había vuelto a su decoración habitual, esperaba un nuevo familiar. La casa CLOUD había aumentado bastante el número de miembros, y este, sería el primero del año 2012.

Parco Folgore, un chico italiano de 15 años. Vivía en Milán con sus padres y su hermana Juliette. Su hermana quiso ir a España a continuar sus estudios allí y los padres decidieron mandar a Parco también, que fue aceptado junto a Juliette en la casa CLOUD, solo que ella se tomaría unas vacaciones antes de ir, así que Parco llegó solo a la casa. Tenía una melena rubia y unos ojos azules que le hacían parecerse a Kurt Cobain. Ligón como él solo, elegancia italiana en todo su esplendor, un poco estirado y chulesco, le gustaba jactarse de su labia, hablaba de arte y deporte con los mayores, mientras que con los chicos de su edad solo se sentía asqueado ante tanta infantilidad (tontería pues él podía ser muy infantil a veces). En cuanto encuentra algo que te moleste lo explota hasta el límite, sacándote de quicio, eso se le da de maravilla. Amante de la gastronomía italiana y todo lo relacionado con su país, osa meterte con su madre y verás la ira en sus ojos. Pijo, niño rico, mimado, así era Parco.

Al llegar Sakura se lo presentó a los demás chicos y les dijo que le enseñaran su habitación y todo pues ella tenía mucha prisa, había quedado con Kevin y estaba a punto de llegar tarde.

-Encantado, yo soy Matt. -saludó sonriendo.
-¿Matt? Pensé que eras una niña. -contestó burlón el italiano. El rubio le miró triste e hizo amago de ponerse a llorar pues eso le hería mucho.
-No le llames eso, no es una niña. -replicó Hyun enfadado. Matt miró a Hyun alegrado de que le defendiera. Misaki y Kain permanecían callados.
-¿Tú quien eres, su novio? -preguntó de nuevo burlándose.
-¡No, Hyun! -gritó Matt sujetando al castaño que se quería lanzar contra Parco.
-Eres estúpido... -murmuró el castaño mientras el rubio le retenía.
-Un placer. ¿Y vosotros?
-Yo soy Misaki. -dijo con una leve sonrisa.
-Kain. -respondió secamente el vampiro.
-Bueno, ¿y qué hacéis aquí para pasarlo bien? Aparte de liaros entre vosotros. -preguntó y después señaló a Hyun y Matt.
-Nosotros no nos... liamos... -respondió Matt un poco avergonzado intentando parar a Hyun que se había vuelto a rebotar.
-Ya, claro... ¿Entonces estás solo? -preguntó acercándose al rubio.
-¿Eh? Bueno, estamos todos aquí. -respondió inocentemente.
Hyun no daba crédito a lo que veía, Parco había pasado de meterse con ellos por estar supuestamente enrollados a intentar ligar con Matt. Aquello le molestaba el doble.

-Que lo dejes en paz. -dijo Hyun poniéndose en medio.
-A que va a ser verdad que estáis liados... -se acercó el otro rubio subiendo una ceja.
-N-No es eso... Él es muy inocente, déjalo en paz. -espetó a punto de estallar.
-Mejor, me gustan inocentes e ingenuos. -explicó sonriendo pervesamente.

Hyun iba a saltar de nuevo cuando Misaki propuso subir a enseñarle su habitación, para dejar a un lado las peleas. Matt tuvo que agarrar del brazo todo el rato a Hyun que amenazaba con saltarle a la yugular a Parco, pero al notar el tacto del rubio se calmó bastante. Kain por su parte simplemente seguía a Misaki allí donde iba así que fue con ellos.

Parco tenía una habitación para él solo junto a la de Misaki y Kain, acondicionada igual que la suya, para dos personas, pero en vez de en tonos blancos y grises, en tonos azulados. Parco apuntó su nombre en la placa y procedió a decorar un poco la habitación no sin antes volver a meterse con ellos, en este caso con los otros dos.

-¿Y vosotros? ¿También estáis juntos? ¿Sois todos gays aquí?
-Creo... Creo que te estás confundiendo. -respondió Misaki sonriendo y salió de la habitación.

Matt y Hyun se habían ido antes pues el castaño no lo soportaba y Matt prefería estar con él ya que sabía que Kain y Misaki se quedaban con el nuevo. Al salir Misaki también, Parco y Kain se quedaron solos. El vampiro se acercó al rubio.

-Ya he visto como te has comportado con Hyun y Matt. Si te acercas a Misaki o le pones una mano encima te la arranco de un mordisco.


Salió de la habitación sin esperar siquiera una respuesta, dejando a Parco asustado de verdad y prometiéndose no tocar a Misaki. Aunque a Matt podría seguir invadiéndole el espacio personal para molestar al castaño.

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