viernes, 3 de agosto de 2012

6 | 16/2/06 - Japón, Tokyo. Nublado. (2)


Max entreabrió los ojos lentamente. No sabía donde estaba. Lo último que recordaba era haber comido con Zero en el salón, ¿qué hacía en la cama? Se levantó de golpe y se tapó, por si iba desnudo. Pero vio que estaba perfectamente vestido. Notó que no había nadie en la casa. Llamó a Zero. Nadie contestó. ¿Y si lo había drogado, violado y se había ido? Imposible. Zero no podía hacerle eso. Aunque por otra parte, lo conocía de un día, no estaba del todo seguro, por mucha confianza que él le inspirase. Miró a su alrededor y vio una nota.

“Max, me he tenido que ir a trabajar, iba a despertarte, pero estabas tan mono dormido que no he podido. Encima de la mesa te he dejado una llave, yo vuelvo muy tarde de trabajar, así que vete a tu casa y piensa bien lo de vivir juntos, cierra con la llave después de salir. Te quiero.

-Un número de teléfono móvil- Este es mi móvil, llámame. “


Max se sonrojó al leer la nota... Le parecía mono durmiendo.... Quería morirse de la vergüenza. Se llevó la nota consigo y cogió la llave de encima de la mesa del salón. Se acercó a la entrada y calzó sus zapatos. Salió y cerró la puerta. Miró por unos instantes la puerta. Sabía que la vería muchas más veces, muchas más.

Max se alejó entre el bullicio japonés, pensando en qué excusa le daría a Toshiro si le veía regresar a las 21:05.  

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